miércoles, 20 de marzo de 2013

Impresiones de una espectadora ante El Ciervo



 Fue una noche lluviosa de mediados de 2012. Recién había llegado al equipo de la AHS y me pareció un excelente modo de socialización el aceptar la invitación de dos amigos para ver teatro diferente. Había escuchado a muchos conocidos hablar de El Ciervo Encantado, pero la experiencia de disfrutar una de sus puestas en escenas, aquella noche lluviosa de mediados de 2012, superó todas mis expectativas. Amante como soy del teatro, no ir - a pesar de la lluvia- hubiera sido imperdonable.

Como en toda noche lluviosa, había poca gente en la sala. Ponían Rapsodia para el mulo: Radio Enciclopedia en el aire, un ser en escena, círculos y círculos sobre el escenario, tensión, un parque, la Isla en sus parques, dolor sobre escena, Radio enciclopedia en el aire, memorias compartidas, memorias dolorosas, olvidos… Esa noche lluviosa viví una experiencia casi olvidada: el teatro me sacó las lágrimas. Aquella mujer-dolor-mulo, con su mirada y su fuerza, me sacó las lágrimas. Me sentí pequeña ante la grandeza de aquella magnífica (por decir una palabra) obra. No fue, no obstante, un sentimiento de sobrecogimiento o inmovilidad. Salí de allí inquieta y de cierta forma feliz. El Ciervo Encantado mueve ideas sobre el escenario, que es como mover gente sensible sobre la tierra.
 
Desde esa noche lluviosa estuve al tanto de todo cuanto movía al Ciervo…Tenía pues un excelente precedente para asistir a la presentación del libro El Ciervo Encantado, textos desde la memoria, donde Nelda Castillo, directora del grupo, reúne los textos de las obras que han cautivado a los más fieles amantes del grupo. Este libro viene a confirmar lo que viene haciendo El Ciervo Encantado por la cultura cubana, y digo por la cultura cubana y no solo por el teatro. Así plantó su posición el teatrólogo Norge Espinoza al presentar el título, publicado por Letras Cubanas. Allí estaban los amigos más cercanos del Ciervo, los estudiantes, parte de su público, pero no estaba Nelda, quien de seguro sufría doblemente en casa, un fuerte catarro, y la pena de no estar en la puesta en escena de un sueño materializado.

El libro tiene una hermosa portada, pocas páginas, pero intensas que se leen de un golpe. Son textos que provienen de la narrativa o la poesía, o de la música, todos tienen vienen con pistas y señales sobre la investigación rigurosa de la directora.

Al compartir parte de su experiencia, JaimeGómez Triana, teatrólogo, crítico teatral y prologuista del libro,  recordó emocionado el momento de gestación del grupo, en el ISA, con aquellos actores cubiertos de fango, una tarde de 1996. Sus palabras complementaron perfectamente la aseveración de Espinoza, El Ciervo Encantado es una vibración que el teatro cubano debería proteger, y digo proteger no en el sentido conmiserativo de la palabra. Es una de las pocas muestras de la escena cubana que suele dejar al espectador con la cabeza mala, subrayó.
 
Y es cierto, en aquella noche lluviosa de mediados de 2012 y en otras que llegaron después, El Ciervo… me dejó siempre el sabor de un disparo de preguntas agolpadas. Tal como recordó Gómez Triana,  trazar fronteras con El Ciervo es absolutamente imposible. Más tarde, en  diálogo con jóvenes actores que se entrenan en el grupo dirigido por Nelda Castillo, confirmé las palabras de Jaime y entendí -definitivamente- por qué Nelda es Maestra de Juventudes.

 Nelda nos dice a nosotros que lo más importante es el proceso, que es lo que queda, nunca deja de sorprenderme con su magia, me dijo Grisel Mazón, la única muchacha entre los cuatro graduados de arte que llegaron en enero al Ciervo. El modo de trabajar que estamos experimentando es completamente desconocido, incluso en nuestra formación como estudiantes de arte, no tiene nada que ver con la experiencia en la ENA (Escuela Nacional de Arte), añadió Arnaldo Galván. Yo creo que lo más importante es la completa dedicación al actor, repetía una y otra vez en nuestra conversación Abel Rojo, un joven graduado de la especialidad de Danza. Y entre ellos, la reflexión de Galván me dejó como El Ciervo a Norge, con la cabeza mala. Aparte de cómo actores, Nelda nos ha ayudado a formar como cubanos, nos ha enseñado una Cuba que no conocíamos. Nos han hecho entender raíces, tiempos, hechos que no nos ha tocado vivir, eso te da un orgullo de ser cubano, que es impresionante, añadió el muchacho y me quedé entonces como aquella noche lluviosa de mediados de 2012.