fotos: Reno Massola
Si una palabra define la reacción de los cubanos ante el triunfo de Barack Obama, es expectación. Primero llegó el alivio por la victoria del candidato del cambio. Luego las preguntas: ¿Qué pasará con el bloqueo? ¿Habrá cambios?
Desde 1962 Estados Unidos impuso a Cuba, un bloqueo económico, comercial y financiero que ha sido reiteradamente condenado por las Naciones Unidas.
Ante las afectaciones ocasionadas a la Isla por el paso de los huracanes Ike y Gustav, el entonces candidato presidencial, hizo saber a la Casa Blanca su propuesta de suspender las sanciones económicas durante 90 días. Fuera de aquellas declaraciones, el tema no se ha tocado mucho más. La respuesta oficial fue que era innecesario relajar las sanciones para ayudar a la isla.
Tras la victoria del 4- N, algunas voces como el presidente brasileño Inacio Lula Da Silva, el mandatario boliviano Evo Morales y el presidente pre tempore de la Comunidad del Caribe (CARICOM) Baldwin Spencer, han solicitado a Obama el cese de las sanciones a Cuba.
No obstante, la mayoría en la isla ve con más dudas que certerzas la posibilidad de una brecha en el bloqueo. Al contrario, temas como las visitas de los familiares y las remesas, ya despiertan ciertos ánimos, sobre todo entre los cubanos con familiares en los Estados Unidos. Entre las promesas de Obama durante su campaña presidencial, se recuerda muy bien la de normalizar el envío de remesas y los viajes de los cubano- americanos a su país de origen.
Debido a restricciones aplicadas por Bush, las visitas se limitaron de una por año, a una cada tres años. Las remesas a mil 200 dólares al año, un máximo de US $300 cada cuatro meses y solo para familiares directos.“No es lo mismo todos los años, que de tres en tres, me dice un colega con parientes cercanos en Miami Dade.
Por otra parte Obama ha dicho que podría haber diálogo, sin condiciones, con el presidente cubano Raúl Castro. Nunca, en 50 años que cumplirá en enero la Revolución, un presidente norteamericano se ha sentado a la mesa de conversaciones con el gobierno cubano. La posible entrevista, añadiría un nuevo punto al carácter histórico de la presidencia de Obama.
Pero el nuevo presidente de Estados Unidos tendrá otros asuntos que atender con más urgencia. La situación económica de su país, que llevó a las urnas a cifra récord de votantes, es el número uno en su lista de prioridades.
Por lo demás, para los cubanos la vida es, ante todo, confiar en nuestras propias energías.
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